Hace seis años Angélica María Blanco Leal presentó una un dolor de cabeza severo que la obligó a consultar por urgencias donde le encontraron la presión muy elevada.

Al someterse a exámenes de laboratorio registró un diagnóstico de Enfermedad Renal Crónica (ERC), ante lo cual inició el manejo médico hasta que (en 2012) llegó a Insuficiencia Renal Crónica Terminal, iniciando un tratamiento de diálisis peritoneal ambulatoria continua con el sistema manual.

“Por medio de la presión alta se presentó el daño del 70% de los riñones y desde hace seis meses estoy con hemodiálisis”, aseguró Angélica María, una mujer de 28 años residente en el barrio La Esmeralda, al suroccidente de Barranquilla.

Ella se encuentra afiliada a la Asociación Mutual Ser Empresa Solidaria de Salud, entidad que adelanta las gestiones para someterla a un trasplante en el Hospital Universitario de San Vicente Fundación, en la ciudad de Medellín.

“Pero me dicen que tengo que esperar porque delante de mí hay otros pacientes”, afirmó.

Lo insólito del caso es que en esa espera Angélica María ya lleva seis años. “Desde el año 2012 estoy en el puesto 145 en la lista de espera. Me dicen que estoy de 145 en la lista, que tengo que esperar que salgan de los que están de primero para poder llamarme para el trasplante”, precisó.

“Me siento muy mal. Yo deseo vivir por mi hijo y quiero estar en la lista de primera para que me puedan trasplantar porque yo quiero tener una calidad de vida, quiero estar bien para estar con mi familia y mi hijo de 10 años”, manifestó.

Para el procedimiento un hermano y un amigo se anotaron como donantes, situación que deberá gestionar la Empresa Solidaria de Salud ante la institución hospitalaria, con el fin de determinar cuál de las dos personas es compatible con ella.

Mientras tanto, Angélica María se encuentra en terapia de hemodiálisis como soporte en su ciclo vital, asistiendo a la Unidad Renal RTS los días lunes, miércoles y viernes, de 4 de la tarde a 8 de la noche, y además a las citas de control mensual con nefrología, nutrición, trabajo social y psicología, según lo certificó Yelsiris Castañeda, Trabajadora Social de dicha unidad.

Sin embargo, lo que nadie entiende es como una paciente se encuentra en el mismo puesto (145) de la lista de espera desde hace 6 años, lo que indicaría que bajo esas circunstancias y con una simple ecuación esa espera se volvería eterna.